sábado, 16 de abril de 2011
jueves, 7 de octubre de 2010
jueves, 11 de diciembre de 2008
Concierto de Guitarras - Descripción densa
Aquí va un ejemplo, aprobado por la profesora Ana Julia Lacchini que puedde servir a los futuros estudiantes a realizar este trabajo.
Salvedad: como todos mis trabajos, esta descripción es muuuuuuuuuy laaaaaaaaaaaaaarga, así que quienes quieran llegar al final vayan por el café, o lean un cachito nomás.
Por si quieren aprender algo sobre Geertz les recomiendo la entrevista que encontré en esta página.
http://antropologicas.wordpress.com/2006/11/02/de-bali-al-posmodernismo-una-entrevista-con-clifford-geertz/
Nos ponemos “densos” para describir el concierto de guitarra de Jorge Pappadopoulos y el Cuarteto Pulsión del día 6 de noviembre en la Agremiación Médica Platense.
El día jueves en que se desarrolló el concierto fue un día tranquilo de actividad moderada, ya que no hubo actividad bancaria por ser el día de los empleados de bancos.
La sala elegida para realizar el concierto fue el Auditorio de la Agremiación Médica Platense, asociación ubicada en una zona céntrica de la ciudad, sobre una calle sombreada. La entrada es estrecha pero tiene cierto toque de distinción como toda entrada de casas antiguas con zaguán de las que abundan en la zona.
Al salir del zaguán a la derecha de la entrada se encuentra una oficina y luego hacia el mismo lado una sala desprovista de mobiliario -salvo por una mesa importante en el centro - que muestra parte de una exposición de cuadros pintados al óleo con colores plenos y brillantes.
Al auditorio se ingresa por un pasillo amplio en el cual se continúa la exposición de vibrantes caballos de colores (de dudoso buen gusto según Germán) y a la derecha del mismo antes de trasponer las puertas hay una escalera angosta que lleva a la sala de sonido que se encuentra en el primer piso.
Las puertas que franquean la entrada al auditorio son de madera maciza, semejantes a las de los cines antiguos.
El auditorio tiene capacidad para 120 personas, las butacas están tapizadas en cuero sintético y son confortables. Priman los colores grises y oscuros. La luz de sala es tenue. El escenario es pequeño y tiene un cuartito lateral donde el primer instrumentista se mantuvo resignadamente oculto en la estrecha soledad del artista, por unos minutos hasta que comenzó el concierto.
El comienzo estaba previsto para las 20.00 hs., pero se produjo un retraso por la llegada tardía de algunos de los músicos.
Muchas personas del público llegaron temprano y esperaron tanto en la calle como en el interior del pasillo hasta que se dio sala.
El público era heterogéneo en relación con su edad y vestimenta. Había personas muy jóvenes de entre 15 y 16 años que correspondían al grupo de alumnos secundarios de Jorge Pappadopoulos y otros de más edad, entre 20 y 30 años que portaban instrumentos, en algunos casos y parecían formar parte de un grupo de alumnos universitarios de música. Entre los adultos se encontraban los padres y familiares de los instrumentistas y personas que ingresaron espontáneamente o inducidas por los organizadores antes del comienzo del concierto.
Las vestimentas estaban de acuerdo con el gusto personal, algunas personas, especialmente adultos se presentaron vestidos con cierto grado de formalidad, los jóvenes de 15 o 16 con la ropa de moda para esa edad y los presumibles estudiantes de Bellas Artes con ropa colorida y un tanto retro –a la moda de los años ’70-, cabello largo los varones o con cortes muy modernos, irregulares.
Los músicos, que tienen edades dentro de los 30 a los 37 o 38 años aproximadamente estaban vestidos con ropa clásica y con cierto grado de informalidad, privilegiando la comodidad para disfrutar del concierto.
María Rosa, Laura y Paulina emperifolladas y compuestas para la ocasión, observaban –no participativamente- la actividad desplegada por el grupo organizador, aunque su colaboración aumentando público fue significativa a la hora de hacer los cálculos.
El clima antes de comenzar el concierto fue tranquilo, con cierta impaciencia, especialmente de las mujeres mayores, La función de los alumnos que organizaban fue tranquilizar los ánimos y a asegurar que en cualquier momento comenzaría.
Un grupo de alumnos se apostó en la calle –Germán, Elena y Liliana- desde donde animaban a las personas a entrar anunciando el tipo de actividad que se realizaría. Esta estrategia dio buenos resultados de público. En la vereda el olor del humo de los cigarrillos que fumaban la mayoría se mezclaba con el perfume de los tilos que florecen en noviembre.
Yanina, desde su puesto de coordinadora general, dio la orden de dar sala. Todo se puso en movimiento y yo avancé hasta el proscenio y tomé el micrófono para deslumbrar con mi belleza y juventud al público que quedó encantado con los sutiles tonos de mi voz que entre tierna y sexy anunciaba cada momento del espectáculo. Excepción hecha del intervalo, que como nadie me había avisado que existía pasó desapercibido en la locución.
Al comenzar el concierto se produjo un silencio profundo que recibió a cada una de las piezas interpretadas. Aunque antes de comenzar se escuchó el sonido de un celular que fue prontamente apagado.
Las melodías generaban diferentes climas, que sin embargo tenían una continuidad, como si se tratara de un viaje en el cual uno se deleita con diferentes paisajes. Las respiraciones de las personas acompañaban el recorrido sonoro. Durante la interpretación de una suite por parte del cuarteto dos personas mayores se cuestionaban donde aplaudir y aunque pretendían hacerlo en voz suave, es sabido que los adultos mayores tienen voces más graves y generalmente oyen poco, motivo por el cual solamente ellos creían que no eran escuchados por el resto del público y aún por los concertistas que a través de gestos imperceptibles –sonrisas y meneos de cabeza- daban cuenta de la ternura y no la molestia que les provocaban esos comentarios.
Al finalizar el concierto se sucedieron las felicitaciones a los músicos y todo fue alegría y entusiasmo, este último aprovechado por Romina y Paola para vender los CD de los músicos al público y hacer realidad la gestión (económica, más que) cultural. Todos se alejaron de a poco, como si no tuvieran ganas de irse. Nosotros nos fuimos a buscar unas cervezas para festejar el éxito de nuestra primera gestión, pensando en que al otro día nos esperaba la sonrisa siempre cálida y bonachona de nuestra querida profesora de Metodología de la Investigación Social que seguramente haría la vista gorda a nuestro prolongado aliento etílico de la noche anterior (y… tenía que poner algo olfativo, aunque ya tenía los tilos y el humo. ¿Dije algo de las pizzas que nos comimos?)
Liliana
viernes, 28 de noviembre de 2008
jueves, 27 de noviembre de 2008
Estudiar Gestion cultural y no morir en el intento
Manual de Instrucciones para estudiar Gestión Cultural y no morir en el intento
A todos aquellos que creen que el conocimiento es una aventura
Advertencia
Úsese sólo en caso de necesidad extrema.
Al/a lector/a
Si usted está leyendo esto es porque yo he sobrevivido. El manual funciona!
INTRODUCCIÓN
Querido/a aspirante a estudiante de Gestión Cultural, primero, gracias por elegir este Manual. Es el objetivo del mismo ayudarte a transitar los primeros momentos de tu concreción vocacional anque tu despiste absoluto. Es sólo la férrea vocación o la más completa candidez las que pueden encauzar tu vida hacia estos puertos. En segundo lugar, felicitaciones por tu detectivesca actitud, tu tesón y perseverancia en el hallazgo de esta gloriosa Tecnicatura superior, no es fácil dar con la misma: se mantiene en el más absoluto secreto institucional, sólo a unos pocos elegidos les es dado encontrarla, felicitaciones nuevamente y bienvenido/a a la carrera del futuro!
Yanina M.C. Saavedra
Parte I: sobre la forma y las necesidades
LA CURSADA
En la eterna búsqueda de la verdad afirmo que lo que en una primera instancia parece la panacea de una forma de cursada, tiene algunos tips en contra:
Trabajar y estudiar
A muy pocos jefes del ámbito privado les convence la prometedora idea de que sus empleados se capaciten en la carrera del futuro, víctimas de la envidia que los carcome argumentan que una semana de desaparición por mes, es demasiado. No te dejes intimidar un portazo contundente y determinado deja a tus espaldas cualquier sentimiento malsano que quiera socavar tu voluntad de conocimiento. Siempre se puede recurrir en las tres semanas restantes a alguna tía solterona y en buena posición económica cuyo agriado carácter sea llanamente pasado por alto y confíe en que la cultura también puede llenar las barrigas de los desdichados, y vea en ti el/la salvador/a que eres! ¡Confía!
Si perteneces a las fuerzas laborales del Estado, enhorabuena! Puesto que el Instituto de Formación Docente y Técnica nº8 consta de una amplia línea de CERTIFICADOS que podrán avalar tu cursada. Los certificados D en sus tres formatos, los C, los R los A y todas las demás letras aseguran que tu ausencia mensual no es antojadiza, está JUSTIFICADA! Que la bienaventuranza no te abandone, estás salvado/a!
En caso de trabajos independientes sólo requieres de acomodar tu agenda, una práctica solución es arrancar las hojas correspondientes a las semanas de cursada, queridísimo/a no caigas en la fantasía, común por otra parte, de querer hacer algo además de cursar!
Si eres trabajador voluntario, el consejo es contundente: abandónalo! Porque de ahora en más estarás trabajando gratis para cuanta organización cultural se te cruce y podrás volcar allí tus incontenibles deseos de laburar gratis.
Semana intensiva
Algunas generalidades
Es cierto que cuando te inscribes te aseguran que el horario de cursado es de 8 a 17hs pero no te dejes engañar!, eso es sólo una triquiñuela de quienes quieren hacer ver a la carrera del futuro como algo simple, rápido, superficial. El verdadero estudiante sabe que el horario es de 8 a 21hs, escasas trece horas, apenas por cinco días al mes! Un tiempo extremadamente limitado para las ansias de conocimiento de todo aspirante a Gestor Cultural y para los entusiastas docentes ávidos de entregar sus inconmensurables saberes!
Prepárate, entonces, para tu semana intensiva!
El lugar
Como estrategia pedagógica y a fin de que el sentido temporal (construcción que el estudiante irá abandonando en el transcurso del primer año) no sea un disvalor, la cursada se realiza en un cómodo sótano climatizado, donde los estudiantes no pueden identificar el paso de las horas, ni el estado del tiempo (el sistema de calefacción funciona cuando hace calor y cuando hace frío prenden los ventiladores) Acompaña este neutro, pero no por eso menos acogedor, ambiente, la constante luz artificial.
Lo que hay que tener
Es indispensable hacerse de un Kit, para asistir a la semana intensiva.
Los kits semanales son de carácter inclusivo progresivo (el 2 incluye el 1, el 3 al 2, etc.)
Kit semanal 1
Cuaderno de 85 hojas (se recomienda que las hojas estén agrupadas desde origen, ya que finalizando la semana las hojas sueltas aparecen en otras carpetas o no aparecen)
2 lapiceras (una suele desaparecer promediando la semana)
32 caramelos media hora
Kit semanal 2
2.5 kilos de yerba
Set de mate y bombilla
Entre 50 y 70 litros de agua caliente (el Instituto provee de agua caliente gratis)
Termo (es aconsejable tener la fuente de agua caliente cerca para no interrumpir constantemente las clases yendo a la cocina por cada mate. Hay quienes utilizan esta práctica, so pretexto de “me dejé el termo en mi casa” pero forman parte de aquellos que quieren menoscabar la estructura pedagógica que sustenta la semana intensiva. El/La verdadero/a estudiante/a de Gestión/a Cultural/o aborrece tales prácticas)
Kit semanal 3
Incluye el kit semanal 2 más sanguchito de milanesa con ajo (5 unidades)
Kit semanal Premium
El kit semanal Premium es el resultado de una matriz FODA e incluye los siguientes elementos:
Changarín (che pibe) con carrito. Este puede quedarse durante la semana o puede solicitarse su presencia solo para los lunes a la mañana y viernes a la noche.
Microondas, anafe, heladera o conservadora, bolsa de dormir, reposera, almohadones varios, video de pilates o personal treiner de recreos, velas aromáticas, un sweater, una camiseta sin mangas, una campera, una bermuda, el par de hojotas, un par de botas de agua (para ir al baño), una gorra para baño (cuando se llueve la claraboya), una foto reciente de la familia.
